martes, 29 de mayo de 2007

Dia Cincuenta y Siete (Especial)

Todo empieza en un cuarto de interrogacion. Incluso tiene uno de esos espejos/cristales que solo dejan mirar hacia un lado.

Acaban de llevarse al ultimo testigo y yo me siento frustrado... no hemos aprendido nada. Algo se me esta escapando... y mientras tanto, el culpable sigue libre.

Una mujer entra por la puerta y observa la escena. Un hombre con la barba de 3 dias sentado en una silla metalica al extremo de la mesa de aluminio en un cuarto donde el resto del inmobiliario es una silla mas. Se aproxima a mi y me dice en tono consolador... "Tranquilo, vi el interrogatorio. No pudiste hacerlo mejor ni preguntar nada mas..."

Pongo mi cara entre mis manos... trato de aclarar la mente y ordenar mis ideas... la serpiente... la niña muerta... los testigos... La foto! como se me paso por alto ese detalle!

Salgo caminando del salon con un paso forzado. la mujer me sigue haciendo todo tipo de preguntas. Llego a mi escritorio... la foto de la serpiente debe estar por aca en algun lado. Me desespero y tiro al suelo todo lo que esta sobre mi escritorio. Ahi esta la foto. Una toma digna de national geographic...

"Como no lo vi antes? Esa toma de la serpiente es demasiado buena... y lo que en el principio me parecio un jardin, ahora se ve demasiado artificial... sabes que significa esto no?"

"Una tienda de mascotas?"

"Ninguna tienda venderia este tipo de serpiente. Un serpentario. La foto fue tomada desde detras de un cristal... Entregala a los de investigacion digital. Tal vez puedan capturar la imagen de nuestro sospechoso en algun reflejo del vidrio."

"Y tu a donde vas?"

"Tengo que evitar que mate mas personas"

"Voy contigo"


Rodeamos la casa y nos bajamos de carro. Ella estaba lista con la espadas preparadas... Un hermoso Daishou, regalo mio. Tanto la Katana y el Wakizashi hechas con el acero mas duro y los mangos adornados de manera artesanal. A veces paga tener amigos en el negocio...

Mis armas eran mas toscas... Una de ellas (tecnicamente un Zanbatou) parecia mas una Katana desproporcionadamente grande y pesada... y la pequeña Kodachi en mi cintura hacia que resaltara un mas el desproporcionado tamaño de mi espada.

Ella decidio ir por la entrada principal. Tras la primera llamada, las luces adentro se apagaron y una sombra se movio hacia la parte de atras de la casa... Un movimiento de cabeza me dio la señal. Rodee la casa por la derecha. Teniendo cuidado de no dejarme ver por las ventanas. Llegue a la pueta trasera y espere.

Blam! el golpe de la puerta principal y el grito de mi compañera pidiendole que no se mueva... 7.. 8.. 9.. 10.

Tire la puerta de la cocina y ahi lo vi: mi propio primo... con SU espada en la mano... No podia creerlo. Ella no podia haber caido tan facil. El trato de huir... no se lo permiti. Corri tras de el, saltando por encima del desayunador...

La pelea fue dificil. El era bueno y me seguia el paso incluso sin una segunda arma para apoyarse. Esa era su debilidad. La estamina era la mia. Hacia mucho tiempo que no entrenaba. El trabajo de escritorio me habia ablandado...

Pero entonces vi la oportunidad. Un corte en diagonal, desde el suelo hasta arriba, con una espada tan pesada, cuesta mucho trabajo, pero es igualmente dificil de detener y usualmente mata al oponente si este no consigue esquivar... sin embargo... clavo su katana al suelo y detuvo mi moviemiento el tiempo suficiente para evitar el estoque de mi kodachi, dispuesta a atravesar sus intestinos. Pero ahora el no tenia armas y yo tenia la ventaja...


Trato de hablar conmigo... De hacerme recordar que eramos primos... de hacer tiempo. Pero yo no podia perdonarlo. Las sirenas afuera me decian que esto ya habia terminado... CASI terminado. Aun quedaba algo por hacer...

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